El objetivo de este artículo es realizar algunas distinciones entre los conceptos Recursos Intangibles, Capital Intelectual, Capacidades, y otros tantos vinculados a éstos.
Como comenté en otras entradas de este blog, el objetivo de la Gestión del Conocimiento es administrar el Capital Intelectual de la organización. Ahora bien, una forma de definir al Capital Intelectual sería decir que es el conjunto de los recursos intangibles de una empresa.
Como sabemos, una de las maneras primarias de clasificar los recursos de una organización es categorizarlos como tangibles o intangibles. Los recursos tangibles, de existencia visible, tienen entre sus particularidades la de ser fácilmente identificables y catalogables, en tanto que con los intangibles ocurre lo contrario. Caminemos un poco por el sendero del concepto Recursos.
El concepto de recursos está íntimamente vinculado al de capacidad, que sería la facultad de gestionar adecuadamente los recursos para realizar una determinada tarea dentro de una empresa. Pero las capacidades van más allá de la coordinación de recursos, y comprenden además relaciones más complejas entre personas, y entre personas y recursos.
Así como los recursos son la fuente de las capacidades de una empresa, las capacidades son la fuente de las ventajas competitivas. Para que las ventajas competitivas propicien el éxito de una organización, éstas deben ser sostenibles en el tiempo, y la empresa debe ser capaz de apropiarse de la renta que generan. La competitividad de la empresa depende entonces de su capacidad para configurar una cartera de recursos únicos, que le confieran una serie de competencias distintivas.
Los recursos de la empresa se convertirán en competencias distintivas cuando: (a)la empresa no comparta su propiedad con la competencia, y (b) permitan producir otuputs adaptados a los clientes de manera más efectiva que los competidores. Asimismo, para que una competencia distintiva sea sostenible, debe estar basada en recursos que posean ciertos atributos: duraderos, difíciles de identificar y comprender, imperfectamente transferibles, no fácilmente duplicables, y en los que la empresa posea clara propiedad y control. Los recursos que cumplen con estos requisitos se han dado en llamar recursos críticos, factores estratégicos o activos estratégicos.
Es importante aclarar que debe existir una correspondencia entre los recursos críticos y las variables clave de éxito de la industria. Aún cuando los recursos disponibles cumplan los requisitos mencionados, su valor competitivo es escaso si no se corresponden con factores claves de éxito en la actividad.
Volviendo a la distinción inicial entre recursos tangibles e intangibles, podemos notar que son éstos últimos los que poseen las características más favorables para servir de sustento a las competencias distintivas, ya que tienen como rasgo común el de constituir diferentes formas de conocimiento. Su materia prima es la información.
Una característica muy interesante de los activos intangibles es que, lejos de depreciarse, pueden aumentar su valor con el uso debido a su receptividad a procesos de aprendizaje mediante la repetición y la experimentación. Hay que destacar que estos procesos de aprendizaje son colectivos y surgen de la interacción entre diferentes individuos.
En conclusión, las competencias distintivas de una empresa pueden definirse como los activos estratégicos intangibles de que goza, que cumplan las propiedades establecidas en la literatura.
Bibliografía
César Camisón, Daniel Palacios y Carlos Devece; "Recursos Intangibles y Capital Intelectual"; www.gestiondelconocimiento.com
Joan M. Amat, Joan Amat Salas; "Control de Gestión - Una Perspectiva de Dirección"; Gestión 2000 (2002).
Porter, Michael E.; "Ser Competitivo"; Deusto (2009)
Gary Hamel, C. K. Prahalad; "Compitiendo por el Futuro"; Ariel (1998)
Apuntes de la Maestría en Dirección Estratégica y Gestión de la Innovación; IUP 2008-2009